Percepción ciudadana, descontento colectivo.
Hoy, Oaxaca no tiene rumbo o por
lo menos es la percepción de muchos
ciudadanos que no alcanzan a ver lo que aparentemente, el actual gobierno del
cambio está realizando para mejorar las condiciones de vida de los oaxaqueños.
Y es que nada se está haciendo
en la realidad, Oaxaca sigue en lo
mismo, en lo últimos lugares en el tema
educativo por la falta de interés oficial de crear las condiciones necesarias
para resarcir el problema, un problema creciente, interminable y sin resultados
que satisfagan las necesidades de una entidad abatida por la mala planeación y
los malos manejos de los recursos estatales.
En muchas comunidades por
ejemplo, la deserción escolar ha sido muy notoria, debido a que la pobreza, en
ocasiones extrema, causa estragos y limita el modo de vida de muchas familias a
tal grado de impedir que la niñez oaxaqueña, tenga ese derecho universal a la
educación.
Los acuerdos entre las partes
involucradas en el tema educativo de la entidad, no ha fusionado como debería,
por un lado la sección 22 de la CNTE, ha presentado en varias ocasiones
proyectos y programas escolares
alternativos como el PTEO, el cual ha sido muy discutido con el gobierno
estatal, quien a la sombra de la reforma educativa, no ha podido converger ni
aterrizar para que estos acuerdos se logren entre ambas partes, situación que
genera un clima de inestabilidad en este ámbito por demás importante para el
desarrollo del estado.
Por otro lado, hace falta
invertir más en infraestructura y en todo lo que conlleva brindar de servicios
básicos a los municipios, esto con la finalidad de reactivar y encauzar la
transformación de los mismos, pero sobretodo y lo más importante quizá, es la
de vigilar que los recursos otorgados a las municipalidades sean debidamente
aplicados y comprobados, para que ninguna de estas autoridades hagan un uso
faccioso y discrecional de ellos.
Citamos solo el ejemplo de la
educación, pero la problemática es generalizada, no hay empleos y que provoca
la migración de jóvenes profesionistas, la pobreza todavía es el cáncer social
incurable y que coloca a Oaxaca en los primeros lugares en el rubro, un Agro
oaxaqueño inactivo, una seguridad publica rebasada por la delincuencia,
manifestaciones de grupos sociales que afectan a terceros y que no son
atendidos por las dependencias, un sistema de transporte cómplice de intereses,
un sector salud incompetente ante las circunstancias del estado, tanto que, los
casos denunciados por negligencia médica, a desnudado y exhibido la forma
inoperante de la dependencia, programas de asistencia social utilizado más para
fines políticos que para servir a la sociedad. Y así pudiéramos ir enumerando
todo lo que no se ha podido resarcir y que nos tiene y mantiene en la
decepción.
Las esperanzas depositadas en su
momento como proyecto alternativo y hoy como gobierno en funciones fueron
enormes, rebasaron las expectativas y pusieron a Oaxaca en el plano
nacional por todo lo que se jugaba en el
proceso electoral pasado y por las apuestas de que era muy difícil derribar una
súper estructura política creada por el PRI durante más de 80 años de dominio
estatal.
Gabino Cue, con un discurso en
teoría diferente a los tradicionales, conquisto el poder mediante el apoyo
incondicional de ciudadanos que cansados de un sistema político amorfo,
brindaron la confianza con la fe de que las cosas en el estado serian
sencillamente distintas a lo que se venía viviendo.
Hoy podemos resumir que nos
volvimos a equivocar, ese cambio anhelado no se ha vislumbrado en las
comunidades, los efectos del viejo sistema siguen latentes y la espera
continua.
Ahí están los resultados, los
índices y las estadísticas, todo sigue igual o peor que antes, muchos inclusive
piensan que estábamos mejor con el PRI, el partidazo que por cierto amenaza con retomar las riendas de la entidad
en el próximo proceso electoral.
La percepción entonces es de
mucho descontento, no sabemos si el hecho de haberse coaligado distintas
expresiones y doctrinas políticas hizo
que el proyecto se fuera fracturando, o las cuotas que le tocaba a cada uno de
estas corrientes no fueron suficientes que provoco fuego enemigo en el interior de la coalición y que mermo
sin duda el quehacer y las funciones de un gobierno en todas sus ramificación.
En el entendimiento colectivo no
se logra comprender del porque suceden estas acciones ya en el ejercicio del
poder, pasa igual en los municipios, pasa igual en las distintas posiciones de
representación popular, pasa en todas partes, es como algo tradicionalista que
nos vuelve responsables también, porque no juzgamos lo que vemos y esto ha
ocasionado que las condiciones de vida de todos los oaxaqueños se vean atorados
y no logremos salir de lo mismo y de los
mismos a pesar de las promesas.
¿Cuánto más debemos esperar?