lunes, 17 de febrero de 2014

OAXACA SIN RUMBO

Percepción ciudadana, descontento colectivo.

Hoy, Oaxaca no tiene rumbo o por lo menos es la percepción de  muchos ciudadanos que no alcanzan a ver lo que aparentemente, el actual gobierno del cambio está realizando para mejorar las condiciones de vida de los oaxaqueños.
Y es que nada se está haciendo en  la realidad, Oaxaca sigue en lo mismo, en lo últimos  lugares en el tema educativo por la falta de interés oficial de crear las condiciones necesarias para resarcir el problema, un problema creciente, interminable y sin resultados que satisfagan las necesidades de una entidad abatida por la mala planeación y los malos manejos de los recursos estatales.
En muchas comunidades por ejemplo, la deserción escolar ha sido muy notoria, debido a que la pobreza, en ocasiones extrema, causa estragos y limita el modo de vida de muchas familias a tal grado de impedir que la niñez oaxaqueña, tenga ese derecho universal a la educación.
Los acuerdos entre las partes involucradas en el tema educativo de la entidad, no ha fusionado como debería, por un lado la sección 22 de la CNTE, ha presentado en varias ocasiones proyectos  y programas escolares alternativos como el PTEO, el cual ha sido muy discutido con el gobierno estatal, quien a la sombra de la reforma educativa, no ha podido converger ni aterrizar para que estos acuerdos se logren entre ambas partes, situación que genera un clima de inestabilidad en este ámbito por demás importante para el desarrollo del estado.
Por otro lado, hace falta invertir más en infraestructura y en todo lo que conlleva brindar de servicios básicos a los municipios, esto con la finalidad de reactivar y encauzar la transformación de los mismos, pero sobretodo y lo más importante quizá, es la de vigilar que los recursos otorgados a las municipalidades sean debidamente aplicados y comprobados, para que ninguna de estas autoridades hagan un uso faccioso y discrecional de ellos.
Citamos solo el ejemplo de la educación, pero la problemática es generalizada, no hay empleos y que provoca la migración de jóvenes profesionistas, la pobreza todavía es el cáncer social incurable y que coloca a Oaxaca en los primeros lugares en el rubro, un Agro oaxaqueño inactivo, una seguridad publica rebasada por la delincuencia, manifestaciones de grupos sociales que afectan a terceros y que no son atendidos por las dependencias, un sistema de transporte cómplice de intereses, un sector salud incompetente ante las circunstancias del estado, tanto que, los casos denunciados por negligencia médica, a desnudado y exhibido la forma inoperante de la dependencia, programas de asistencia social utilizado más para fines políticos que para servir a la sociedad. Y así pudiéramos ir enumerando todo lo que no se ha podido resarcir y que nos tiene y mantiene en la decepción.  
Las esperanzas depositadas en su momento como proyecto alternativo y hoy como gobierno en funciones fueron enormes, rebasaron las expectativas y pusieron a Oaxaca en el plano nacional  por todo lo que se jugaba en el proceso electoral pasado y por las apuestas de que era muy difícil derribar una súper estructura política creada por el PRI durante más de 80 años de dominio estatal.
Gabino Cue, con un discurso en teoría diferente a los tradicionales, conquisto el poder mediante el apoyo incondicional de ciudadanos que cansados de un sistema político amorfo, brindaron la confianza con la fe de que las cosas en el estado serian sencillamente distintas a lo que se venía viviendo.
Hoy podemos resumir que nos volvimos a equivocar, ese cambio anhelado no se ha vislumbrado en las comunidades, los efectos del viejo sistema siguen latentes y la espera continua.
Ahí están los resultados, los índices y las estadísticas, todo sigue igual o peor que antes, muchos inclusive piensan que estábamos mejor con el PRI, el partidazo que por cierto  amenaza con retomar las riendas de la entidad en el próximo proceso electoral.
La percepción entonces es de mucho descontento, no sabemos si el hecho de haberse coaligado distintas expresiones y doctrinas políticas  hizo que el proyecto se fuera fracturando, o las cuotas que le tocaba a cada uno de estas corrientes no fueron suficientes que provoco fuego enemigo  en el interior de la coalición y que mermo sin duda el quehacer y las funciones de un gobierno en todas sus ramificación.
En el entendimiento colectivo no se logra comprender del porque suceden estas acciones ya en el ejercicio del poder, pasa igual en los municipios, pasa igual en las distintas posiciones de representación popular, pasa en todas partes, es como algo tradicionalista que nos vuelve responsables también, porque no juzgamos lo que vemos y esto ha ocasionado que las condiciones de vida de todos los oaxaqueños se vean atorados y no  logremos salir de lo mismo y de los mismos a pesar de las promesas.

¿Cuánto más debemos esperar?