lunes, 17 de febrero de 2014

LA BASURA

INDIFERENCIA OFICIAL  ANTE UN RECLAMO HISTORICO
Uno de los problemas históricos en el ámbito de protección al medio ambiente es sin duda, el trato incorrecto que se le da a la basura generada en las comunidades del Istmo Oaxaqueño y en el mundo entero.
Un asunto de salud pública y de protección a un medio donde nos desenvolvemos y que cada día vamos destruyendo por la falta de interés, de conciencia y de unidad para afrontar un problema que va carcomiendo poco a poco a nuestro planeta.
En esta ocasión, haremos referencia de los pueblos (como en el que vivimos) en donde el tema de la basura resulta ser un dolor de cabeza para las autoridades en funciones y un serio problema para los ciudadanos por todo lo que implica el hecho de no tener un area donde tratar los residuos generados en los hogares, establecimientos, mercados y demás.
Esta  falta de espacios es hoy, un atraso vergonzoso  para las comunidades  que se ven obligadas en ocasiones, a depositar estos residuos en los bordes de ríos, calles o lotes baldíos que provocan focos de infección, contaminación y una mala imagen urbana.
La pregunta ante ello resulta, que no puede ser posible que en pleno siglo XXI, donde la modernidad nos está alcanzando, inclusive, rebasando, poblaciones como la nuestra y como muchas más en la región istmeña, no cuenten aun con un lugar  medianamente adecuado para el tratamiento, selección y acumulación de las toneladas de basura que se genera en el interior de ellas.
Insisto y recalco, es verdaderamente una pena, que nadie se haya atrevido a hacer estas inversiones para que se tengan dichos lugares; es un reto enorme para las autoridades, una misión que no termina de cuajar ni aterrizar en las poblaciones habidas de encontrar soluciones a sus rezagos históricos.
En nuestro Ranchugubiña por ejemplo, la problemática que en la actualidad de vive, sencillamente va aumentando y solo se ha ido mermando de forma raquítica, es decir, el problema real de la basura, no ha sido tema de debate ni se ha atendido como se debiera, puesto que se le ha buscado la salida más fácil, fugaz y sin algún tipo de proyecto que la sustente. La indiferencia en su máximo esplendor.
¿En dónde está el compromiso, la responsabilidad y la obligación de la autoridad para atender y resolver la situación, cuando los servicios de recolección y transportación de basura, lo realiza un grupo de personas agrupadas en sindicatos recolectores con un método rudimentario para el trato de los desechos?
No se pretende con esto, menospreciar el trabajo de los señores recolectores, quienes gracias a este trabajo, llevan el sustento familiar diariamente, si no la de exhibir la falta de voluntad y de visión de los gobernantes -que están y que han estado- para atender este asunto al dejar que terceras personas, hagan y cumplan con la responsabilidad que como autoridad les asiste y que consiste en dotar de los servicios básicos a la comuna.
La dependencia en este servicio ha sido tal que hasta la fecha, se ocupa como espacio, un lugar el cual le pertenece al municipio Juchiteco, esto enmarca y viene a confirmar lo que con  antelación se comentó,  las soluciones han sido meramente pasajeras, irresponsables y sin sentido.
¿Qué va a pasar, el día en que simplemente se  niegue por parte de los Juchitecos la entrada a este lugar?
¿Existe ya un sitio alterno para el depósito de las toneladas de basura generadas diariamente en la comunidad Gubiña en caso de que esto suceda alguna vez?
La respuesta es simple, por el momento, no se ve que haya un rumbo para este asunto, se prefiere callar, evadir y seguir en las mismas condiciones, que buscar una alternativa e invertir si es necesario para ser independientes y autosuficientes en el tema.
Que se entienda, que existen rubros que necesitan una atención muy especial y delicada, la seguridad pública, el drenaje, la planta de tratamiento, la basura, el alumbrado público, el agua potable, la energía eléctrica, salud, educación, cultura y deporte, son algunos puntos que requieren de una mayor atención, bajo proyectos de corto, mediano y largo plazo, solo por citar ejemplos.
Pero qué pasa con nuestra realidad, ¿acaso no podemos juzgar lo que vemos?, que hace falta para que lleguemos a comprender que es imprescindible que levantemos la voz, como la única arma para señalar los errores del pasado y de un presente cada vez incierto.
Hay asuntos que se han quedado en el aire  por la misma dejadez ciudadana, nos dejamos influenciar y enamorar por discursos vacíos que al final dejan un mal sabor de boca y una decepción tan grande que no se termina de aprender la lección, nos dejamos llevar por prebendas y regalos que se dan en campañas para votar por quien sea sin mirar deberás el proyecto de desarrollo.                                                             
¿Qué es lo que se ha priorizado y se ira a priorizar entonces con los recursos que lleguen y que han llegado en otros años o trienios?
Este proyecto de nuevo quedara excluido de las obras, es lo que aparentemente se prevé, sería inútil entonces pensar en que algún dia podremos contar con un relleno sanitario o por lo menos con algún lugar similar en donde el trato a la basura sea orgánica e inorgánicamente fundamental, inclusive, como fuente de empleo en la selección de los residuos. Estamos todavía muy lejos para ver esa realidad, así como distante se ha quedado la esperanza de que alguien, se atreva a encender la marcha de un motor social que ha quedado varado y que todavía no encuentra rumbo ni dirección.
El problema seguirá plasmado en la historia como algo netamente frívolo, porque nadie quiere hacer que esa historia cambie y prefiere mejor llevarse los recursos a los bolsillos, recursos que jamás lograran dignificarlo como un verdadero líder gobernante sino todo lo contrario.
Ojala y el tiempo nos haga equivocarnos y sea ya el momento de iniciar con la transformación que durante años la comuna a esperado.
“Porque un gobierno sensible es aquel que escucha y atiende las necesidades del pueblo”

¿Será posible, una Nueva Generación?