lunes, 17 de febrero de 2014

LA IMPORTANCIA DE UN RELEVO GENERACIONAL.

Sin duda vivimos tiempos en donde la necesidad de participar en la vida político y social de nuestra comunidad se vuelve cada vez más indispensable.
Como jóvenes que somos, nos duele ver el pasar de los años y la población sigue varada en las mismas condiciones de abandono, sin que nadie se haya atrevido a encausarla con un verdadero proyecto municipal.
Nos asiste la razón al decir que muchos han llegado y pocos han intentado pasar a la historia con verdaderas obras de impacto y con proyectos prioritarios de desarrollo social.
Hoy en día, las elecciones se tornan plagadas de una enorme crisis de credibilidad, donde los mismos de siempre, y otros motivados por la ambición de conquistar el poder, se mueven al ritmo de los intereses particulares y no colectivos, con el objetivo de mantener posiciones privilegiadas dentro de la sociedad y del poder mismo.
Es aquí donde incide la importancia de que nuevos proyectos sean aterrizados en la comunidad, proyectos jóvenes, llenos de frescura y sin la influencia de nadie, pues la juventud ha demostrado tener la suficiente capacidad que los viejos esquemas políticos se han negado a reconocer, inclusive, han bloqueado la inclusión de este sector con la intención de no ceder territorio para que las nuevas propuestas escalen en el ámbito de la política y del servicio a los demás.
Sin embargo, lo bueno de todo este embrollo, es que la mayoría ciudadana, ha manifestado su rechazo a las propuestas tradicionales, dejando entrever la oportunidad de ungir a un nuevo esquema de gobierno joven, con un proyecto ilustrado en la realidad que los gobernantes nos han dejado.
Muchos estamos cansados de escuchar cada tres años el mismo discurso hueco, seco y con un acumulado de pura demagogia, que en muchas ocasiones no solo lastiman a nuestro sentido del oído, sino que también, lastiman la buena voluntad de muchos quienes confían y votan por estas propuestas cada vez obsoletas.
Es importante entonces, que se habrán estas brechas reducidas por los políticos de siempre, que el mensaje sea entendido por aquellos que obsesionan en alcanzar posiciones de poder en la población, que la sociedad levante la mirada y denuncie mediante la indiferencia, el comportamiento de estos políticos que solo daño le han hecho a la sociedad Gubiña.
El poder no es una herencia de familia y pareciera que así lo interpretan algunos que cada tres años aparecen como regidores o secretarios, para  otros pareciera que el poder se ha vuelto obsesivo, porque aun pretenden levantar la mano, cuando que todo mundo sabe de su actuación y de los intereses que los mueven.
Es imprescindible la concientización hacia cualquier proyecto joven, donde el derroche de dinero no sea el principal medio para obtener el respaldo popular, si no todo lo contrario, donde las dadivas y prebendas no suplan en nada la dignidad de los ciudadanos, porque no garantiza el buen desarrollo de un pueblo secuestrado por unos cuantos.
Somos muchos quienes en verdad anhelamos un futuro mejor para Rancho Gubiña y debemos actuar en consecuencia, debemos hacerlo ahora que todavía hay tiempo de transformar, hagamos que las cosas sucedan porque es responsabilidad nuestra la de emprender el camino aun con las trabas, aun con la negativa de estos grupos que no  dejan pasar a la juventud, porque saben que lo han perdido todo ya que la sociedad está cansada de sus burlas.
La juventud clama y va por el espacio que le pertenece, la revolución ideológica y de conciencia ha comenzado, la cadena que ahogaba la voz de los jóvenes, hoy se tiene que romper, para darle paso a la nueva construcción del relevo generacional que Unión Hidalgo simplemente necesita.
Es un llamado urgente al pueblo entero, organizarse o de plano dejar que la apatía nos alcance y nos domine por completo, dejar que los recursos se vallan en otra dirección y no en donde de verdad se necesita.
Insisto, es nuestra responsabilidad y de nadie más, aquí vivimos y aquí queremos que nuestros hijos vivan y lo menos que debemos de hacer, es heredarles un municipio a la altura de su generación y de su crecimiento.
Ahora o nunca, es la cuestión para analizar, ¿seguir en lo mismo y con los mismos? O mirar de frente y caminar, hasta alcanzar el propósito de transformar y erigir una sociedad más justa y a la altura de los demás municipios de la región que nos han alcanzado.