lunes, 11 de octubre de 2010

EL AMIGO QUE SE FUE….


A cuatro años de distancia, la impresión aun ronda por mi mente y es que la perdida de mi mejor amigo, cimbro hasta el último rincón de mi alma que hasta el momento no he podido olvidar los momentos que compartimos al calor de una frondosa amistad.
Años que sin duda, donde costado mucho reponerme ante una perdida que desvió por completo la dirección que mi amigo y yo habíamos trazado y que desgraciadamente ya no se pudo concretar.
Hoy a cuatro años de estar sin el mejor de los amigos, doy vuelta a una página vacía y que ya no podrá seguir cubriendo de anécdotas, pasajes que juntos íbamos desarrollando al unisonó de nuestro nexo como entrañables amigos.
Todavía recuerdo el momento desagradable y el trago amargo que tuve que degustar al enterarme de la trágica muerte del ser que hasta ese momento, había ocupado un espacio terrenal como complemento de una vida llena de alegría y de muchas ilusiones.
Hoy, mi hermano Juan Luis esta en el cielo y sé que desde allá arriba estará guiándome para concretar los sueños que juntos habíamos formado y que desafortunadamente, tendré que dar continuidad sin su presencia física.
Cuatro años que han pasado muy rápidos y parece que fue ayer el momento que recibí la mala noticia, puesto que aun sigo sintiendo ese escalofrió que me abordo al tiempo que reviraba todos los pasajes que fuimos creando desde pequeños.
Me quedo con la gratitud celestial de que tuve la enorme fortuna de conocer y compartir, más de veintitantos años la sonrisa y el abrazo sincero de un amigo que hoy me acompaña silencioso y que me mira desde el cielo.

A tu memoria mí querido amigo
Juan Luis Morales Matus +
4 de marzo 1976 – 12 de octubre 2006

Descansa en paz, que los sueños jamás morirán