domingo, 25 de abril de 2010

MENSAJE IMPOSITIVO

¿HASTA CUANDO?


Ahí esta el mensaje enviado por la cúpula del PRI para todos aquellos afines a este partido.
Un mensaje directo en donde la toma de decisiones solamente se centra en un solo grupo y gira entorno a una figura.

Bien dicen por ahí algunos críticos, que en este partido ya no pulula la determinación del presidente de la republica como en los viejos tiempos; ahora el PRI, se ha endosado al dominio de los gobernadores en los estados donde este partido gobierna.

La militancia o las “bases” ya no importan, más bien nunca han importado, muestra de ello, es que jamás se considera la opinión y el resultado de lo que esta “base” determina; donde queda entonces la consulta?

Como siempre, dichas “bases” sirven como carne de cañón, dispuestos siempre a ser acarreados, a llenar mítines, a vociferar vivas y a participar decididamente con la confianza a ciegas, permitiéndole con esto a varios políticos a escalar peldaños dentro del esquema malogrado de la política actual.

Lo triste de todo, es que los ciudadanos, militantes de éste y cualquier otro partido, no hallan captado aun, el enorme lastre demagógico que contienen los discursos supuestos de cambio, el conformismo se proyecta con cualquier prebenda recibida, sin actuar en consecuencia para imponer la voluntad popular, desterrando cualquier acto de sumisión que sea aprovechado por los de “arriba”.

Hagamos (todos) un poquito de conciencia y verán que la razón me asiste, partidos que van y vienen, gobiernos respaldados por éstos que se olvidan de proyectar a las comunidades, sociedades enteras literalmente “jodidas” que solo miran pasar los acontecimientos y recibe los mensajes como simples espectadores de la falacia que se desarrolla en cada proceso electoral.

La transformación que se presume en un slogan, solo sirve para algunos cuantos que van de posición en posición, ya que este termino “transformación” hasta el momento no ha llegado ,al menos en el sistema político, mucho menos a las colectividades pues implica una revolución muy compleja.

Póngase usted a pensar de la aportación que han hecho históricamente los que se han ungido como candidatos; analícelo de tal forma que descubra si vale la pena darle el respaldo o no, porque en la realidad estos personajes son en teoría, simples reflejos impositivos, con la venia oficial y la cúpula partidista.

Tantos y tantos “luchadores sociales” que existen (es obvio que hablo de los buenos) esos que tantas críticas han recibido y que bien que mal tratan con sus acciones de encausar a las organizaciones a fines concretos de beneficio y no son tomados en cuenta en estas elecciones; entonces cabe preguntarse:
¿Que se necesita para ser candidato?
Contar con el respaldo de las mayorías o esperar que la bendición del todopoderoso político nos alcance.
Usted militante de los partidos políticos en general ¿esta de acuerdo con su actual candidato?

Esa es la cuestión; mientras, los mensajes seguirán llegando desde arriba hasta que todos digamos ¡ya basta!

Al tiempo.